RETINOPATÍA DIABÉTICA

 Este padecimiento actualmente es la causa más común de invalidez visual en la población económicamente activa e nuestro país.

 Es una complicación tardía de la diabetes mellitus que en las primeras fases puede pasar desapercibida ya que no presenta mayores síntomas ni afectación a la visión.

 La gran mayoría de los diabéticos la va a padecer en las fases avanzadas de la enfermedad junto con la nefropatía y neuropatía. En la medida que estos pacientes tengan un buen control de su padecimiento a base de dieta adecuada, ejercicio y medicación, tienen menos probabilidades que la desarrollen o retardan considerablemente su aparición. Cuando, además, existe hipertensión arterial mal controlada, se apresura la evolución de la retinopatía.

 Lo más importante es que este padecimiento si es diagnosticado y tratado a tiempo, previene en la gran mayoría de los casos, la ceguera.

 

De aquí la importancia de que los pacientes diabéticos deben ser vigilados periódicamente por el oftalmólogo para que él determine el momento adecuado de iniciar el tratamiento con láser. Estas revisiones deben iniciar en el momento que se haga el diagnóstico de diabetes porque no sabemos cuando comenzó la enfermedad. Posteriormente, dependiendo de los hallazgos por parte del oftalmólogo, las visitas se programarán con la periodicidad que esté indicada y que puede ser desde cada año en aquellos pacientes que aún no presentan lesiones visibles en la retina, hasta cada dos o tres meses en aquellos que ya tienen un grado importante de avance de la retinopatía.

 En esta enfermedad lo que sucede es que existe una dificultad en la circulación de la sangre no llegando adecuadamente a la retina por lo que hay una deficiencia crónica de aporte de oxígeno y otros nutrientes a la retina. A partir de esto, se producen microaneurismas, hemorragias y exudados en la retina que son los que van a alertar al oftalmólogo. Con el paso del tiempo se producen nuevos vasos para tratar de compensar la deficiencia que existe, aunque éstos son de mala calidad y producen grandes hemorragias, tracciones y desprendimiento de retina en las fases más avanzadas. El tratamiento en estados intermedios es a base de laser y en los últimos es con cirugía, aunque los resultados con esta última no siempre son satisfactorios, de ahí la importancia de evitar llegar a las fases avanzadas de la enfermedad.

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CATARATA

En el ojo tenemos un lente natural muy potente que se encarga de enfocar adecuadamente las imágenes en la retina para poder captar los objetos que vemos. Es el llamado cristalino. Cuando este lente sufre cualquier opacidad, le llamamos catarata.

 Existen diversos tipos de catarata. La congénita que se presenta ya en el nacimiento, la secundaria que es producto de diversas enfermedades tanto a nivel sistémico como local en el ojo, la metabólica que es más común en el diabético, y la senil que es la más frecuente de todas y se presenta en la tercera edad.

 Es la principal causa de disminución visual corregible en los adultos mayores.

Actualmente este problema se corrige con cirugía que consiste en retirar este lente opaco dejando su envoltura en su sitio, donde se va a colocar un lente que es del poder necesario en cada paciente para enfocar adecuadamente las imágenes en la retina. Esta cirugía es ambulatoria, lo que quiere decir que el paciente se opera y se va el mismo día a convalecer a su hogar.

 

GLAUCOMA

Enfermedad ocular frecuente que se puede presentar en todas las edades, dependiendo de su causa. Existen varios tipos de glaucoma; desde el congénito que se nace con él, hasta el llamado glaucoma simple de ángulo abierto que es el más frecuente y afecta por lo regular a gentes mayores a 40 años. Éste tiene la característica de que presenta un patrón hereditario, por lo que es muy importante que aquellos individuos que tengan antecedentes en la familia, se hagan revisar por un oftalmólogo para descartar o confirmar la presencia del padecimiento.

 Si no es tratado a tiempo puede deteriorar al nervio óptico y producir ceguera.

 

 

 Desgraciadamente es asintomático y sólo en las etapas avanzadas el paciente sufre de alteraciones en el campo visual que le impiden realizar sus actividades cotidianas.

 El problema consiste en que la presión del ojo se encuentra más elevada que lo normal y con el tiempo se van destruyendo las fibras nerviosas que forman el nervio óptico. Si es detectada a tiempo, el tratamiento es a base de gotas que disminuyen la presión del ojo y con esto se puede evitar el daño antes mencionado. En ocasiones no es suficiente con el medicamento en gotas y hay que realizar una cirugía con láser u otro tipo de cirugía.

DEGENERACIÓN MACULAR RELACIONADA A LA EDAD

Padecimiento que afecta a los adultos mayores de 50 años y que altera de manera importante la visión. Se le ha clasificado en dos variedades: seca y húmeda. La mácula es la región central de la retina que nos permite diferenciar el detalle de los objetos que vemos, y también la encargada de la visión de los colores.

Es la principal causa de disminución visual irreversible en los adultos mayores.

 

 

La variedad seca, que es la más frecuente, produce una atrofia de los pequeños vasos de esta zona junto con algunas capas de células de la misma pudiendo llegar a provocar una importante limitación visual. Su tratamiento consiste en el suministro de algunas vitaminas y sustancias necesarias para el metabolismo de la retina.

 La variedad húmeda provoca una mayor deficiencia visual y el tratamiento actual es mediante la inyección intraocular de medicamentos llamados antiangiogénicos.

DEFECTOS DE REFRACCIÓN

Son los más comunes de todos. Aquí se engloba la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia.

 La miopía es una alteración en el aparato óptico del ojo que consiste en que todo el sistema de lentes ocular enfoca las imágenes por delante de la retina, lo que provoca que las imágenes a distancia aparezcan desenfocadas. Su corrección puede lograrse desde lentes convencionales, pasando por lentes de contacto, hasta la cirugía con láser llamada Lasik.

 

La hipermetropía consiste en que la imagen formada por el ojo se enfoca en un punto virtual por detrás de la retina, lo que también produce una imagen desenfocada, aunque se puede compensar haciendo un esfuerzo de acomodación del cristalino que puede producir fatiga visual. Su corrección también es a base de lentes convencionales o de contacto y cirugía con láser.

 El astigmatismo es una alteración en la córnea (cristal anterior del ojo) que consiste en una irregularidad de su superficie que provoca distorsión en los objetos vistos. Se corrige también con los mismos métodos antes mencionados.

 La presbicia es una dificultad para ver de cerca que se presenta por lo general después de los 40 años y que se corrige con lentes convencionales.

 Pueden existir combinaciones de estas alteraciones, siendo las más frecuentes la miopía con el astigmatismo y la hipermetropía con el astigmatismo.

 

CONJUNTIVITIS

Son los más comunes de todos. Aquí se engloba la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia.

 La miopía es una alteración en el aparato óptico del ojo que consiste en que todo el sistema de lentes ocular enfoca las imágenes por delante de la retina, lo que provoca que las imágenes a distancia aparezcan desenfocadas. Su corrección puede lograrse desde lentes convencionales, pasando por lentes de contacto, hasta la cirugía con láser llamada Lasik.

 

La variedad seca, que es la más frecuente, produce una atrofia de los pequeños vasos de esta zona junto con algunas capas de células de la misma pudiendo llegar a provocar una importante limitación visual. Su tratamiento consiste en el suministro de algunas vitaminas y sustancias necesarias para el metabolismo de la retina.

 La variedad húmeda provoca una mayor deficiencia visual y el tratamiento actual es mediante la inyección intraocular de medicamentos llamados antiangiogénicos.